El arte del tatuaje, o “tatau”, es un componente esencial de la cultura polinesia, que combina estética, espiritualidad e identidad social. Anclado en tradiciones ancestrales, el tatuaje refleja no sólo la belleza de los patrones y diseños, sino también valores profundos que abarcan generaciones. Cada característica y símbolo conlleva una historia, un significado único que evoca las creencias e historias de los antepasados.
Un significado poderoso
El “tatau” encarna un poderoso símbolo de las diferentes etapas de la vida, evocando fuerza y coraje. También tenía una dimensión social, permitiendo a jefes y reyes distinguirse de otras clases por sus motivos. Las prácticas de tatuaje varían entre los archipiélagos; por ejemplo, en las Marquesas era común tatuar los genitales de los hombres, mientras que en las Islas de la Sociedad estas áreas generalmente se respetaban. Las mujeres, por su parte, se tatuaban mayoritariamente en la cara, las extremidades y los dedos.
La ceremonia del Tatau
Estas ceremonias eran acontecimientos importantes, que podían extenderse durante varios días o incluso semanas. Cada patrón tenía un significado profundo y reflejaba las creencias y valores polinesios. Las herramientas utilizadas para tatuar eran tipos de peines hechos con huesos de animales, dientes de tiburón y caparazones de tortuga. La tinta se obtenía mezclando hollín, resultante de la combustión de la nuez del cacao, y agua, creando así un pigmento rico y duradero.
un renacimiento
Aunque el cristianismo prohibió temporalmente los tatuajes, experimentó un resurgimiento en la década de 1980 y continúa recuperando popularidad en la actualidad. Esto se debe en gran parte a artistas como Raymond Graffe y Teve, quienes peregrinaron hacia los tatuadores de Samoa y nunca perdieron la práctica. Hoy en día, numerosos tatuadores polinesios, presentes tanto en el archipiélago como a nivel internacional, trabajan para restaurar la fama y el prestigio de este arte tradicional. Además, el uso de herramientas modernas permite crear tatuajes de notable delicadeza, al tiempo que reduce el dolor provocado por las herramientas antiguas.