La artesanía polinesia es muy popular entre los lugareños y visitantes. Cada año, diferentes ferias como Made in Fenua (textil, joyería, cosmética, etc.) reúnen a todos los amantes de las artes polinesias. Además, varios mercados de artesanía permiten exponer productos procedentes no sólo de Tahití sino también de otras islas y archipiélagos de la Polinesia Francesa, como el Heiva Rima'i en verano, el Salón del Tifaifai en primavera, el Salón de los Marqueses en otoño y muchos otros eventos. Todo este saber hacer para tejer fibras naturales locales, tallar en madera o piedra, coser o incluso confeccionar collares y joyas encarna toda la riqueza de Tahití y sus islas, mezclando tradición y modernidad. Joyas, elementos decorativos, muebles y otros objetos elaborados por nuestros artesanos gracias a su destreza manual, deleitan a visitantes de todo el mundo.
Manogi en “paumotu” (lengua tuamotu) o Pani en marquesano, Mono'i está en el corazón de la tradición polinesia. Este aceite perfumado es un producto cosmético apreciado por realzar la belleza de cada individuo (hombre, mujer y niño) magnificando su piel. También se utiliza para masajes y durante antiguos rituales religiosos para purificar objetos, ofrendas y altares.
Tifaifai, que literalmente significa "aplicado", es una parte integral de la vida familiar polinesia. El Tifaifai, una manta hecha de una sábana sobre la que se han cosido uno o más apliques, o hecha de piezas de tela ensambladas, hoy se conserva cuidadosamente en los hogares polinesios.
Pareu o más comúnmente llamado Pareo es una tela colorida en una pieza de generalmente 2 metros cuadrados pero puede ser de menor tamaño. Es muy apreciado por las mujeres polinesias que lo visten según varias tradiciones aprendidas de sus madres y abuelas desde muy pequeñas. Los hombres también lo usan alrededor de la cintura.
Las perlas de Tahití y sus islas La perla negra de Tahití, reina de la belleza entre las joyas de los fondos marinos de la Polinesia, es el sueño de las mujeres de todo el mundo. La leyenda revela que la perla negra de Tahití no es otra que el regalo del dios de la guerra y la fertilidad llamado Oro a los polinesios.