La arquitectura polinesia ha sufrido profundos cambios desde mediados del siglo XIX con el desarrollo urbanístico de la ciudad de Papeete, por motivos militares y comerciales. La llegada de misioneros cristianos a las islas fue un presagio de cambios arquitectónicos que entonces sólo eran visibles a través de edificios religiosos como catedrales, iglesias y templos. Sin embargo, estos edificios todavía utilizaban materiales de la naturaleza como coral, fibras naturales y tierra.
Entre evolución y tradición
Históricamente, la madera fue el material elegido por los polinesios para la construcción de sus viviendas. Su abundancia y diversidad en la mayoría de las islas permitió a las comunidades locales diseñar estructuras con grandes aberturas y sobre pilotes. Sin embargo, el mal tiempo y la industrialización han propiciado el uso de nuevos materiales como el hormigón, la chapa y otros.
Arquitectura hotelera respetuosa con el medio ambiente
La hostelería de la Polinesia Francesa apuesta por esta arquitectura auténtica, consciente de su imagen internacional y de su pertenencia al marco de Tahití y sus islas. Al actualizar este tipo de construcciones con diseño vegetal, estos establecimientos combinan la riqueza polinesia con las exigencias modernas de las sociedades occidentales. El respeto por la naturaleza sigue siendo una palabra clave en este enfoque arquitectónico. Por eso, algunos hoteleros han decidido construir sus estructuras en simbiosis con el entorno, sin mover árboles ni piedras. Otros han instalado un sistema de recuperación del agua de lluvia, utilizan la energía proporcionada por las profundidades, aprovechan el reciclaje de los residuos orgánicos, explotan la energía solar... Este esfuerzo y esta inversión han permitido conservar toda la autenticidad de los lugares y perpetuar él.
Un diseño armonioso integrado en la naturaleza.
Las formas redondeadas y las grandes aberturas de ventilación juegan un papel clave en este enfoque arquitectónico. Aunque el confort moderno está presente en estas magníficas “tarifas”, algunos baños integran este toque polinesio recreando espacios en armonía con la naturaleza. Los colores cálidos son también un elemento esencial del arte de vivir en Tahití y sus islas, un verdadero paraíso de flores y plantas tropicales. Estos maravillosos colores los aportan la decoración de los bungalows… los paneles de bambú tejidos, los “tifaifai” (telas polinesias) que cubren delicadamente las camas… y las flores, símbolos de nuestras islas y de la cálida bienvenida polinesia.